viernes, 12 de junio de 2015

'Vietnam' (1986) de Doug Murray y Michael Golden

COSTUMBRISMO BÉLICO

A principios de 1966 el soldado raso Ed Marks es llamado a filas y enviado a Vietnam. Los primeros trece números de esta sorprendente colección conforman el arco argumental dibujado por Michael Golden (EE.UU) con Doug Murray (EE.UU, 1947) al guión. La historia se desarrolla en tiempo real, es decir, los treinta días correspondientes a la cadencia mensual de la serie son treinta días que el recluta Marks pasa enrolado en el ejército hasta cumplimentar sus reglamentarios doce meses de servicio…es decir, siempre consiga sobrevivir a la primera guerra de la que Estados Unidos salió derrotada.


Todos los hechos de armas relatados en The ‘Nam (título original de la colección norteamericana) son reales. Ello no implica que todos y cada uno de ellos tuvieran como protagonista al 23 de Infantería tal y como se describe en la serie, pero sí es cierto que las acciones narradas ocurrieron durante el transcurso de la contienda en algún u otro lugar del país. A la veracidad de los hechos acontecidos tal vez deba restársele la inevitable falta de objetividad absoluta de los autores, que no miden exactamente con el mismo rasero (pero casi) las atrocidades cometidas por uno y otro bando, aunque no reniegan de las propias en ningún caso. Una propuesta valiente no vista antes en un cómic norteamericano que bebe directamente de la influencia recibida por películas de la época como la sobrevalorada Platoon, la desquiciada La chaqueta metálica, y la más desconocida de todas, la que refleja el conflicto armado de forma más realista, La colina de la hamburguesa.

El propio Murray estuvo en Vietnam y refleja varias experiencias personales vividas en primera persona durante el conflicto, algo que aporta profundidad y verosimilitud una historia que funcionó sorprendentemente bien a lo largo de sus 84 entregas publicadas durante casi ocho años cuando todos daban por enterrado el género bélico, más teniendo en cuenta que se basa en una dolorosa derrota. Puede que parte del secreto de su éxito resida en que Vietnam es, por calificarlo de algún modo, una suerte de tebeo costumbrista en el que la acción pura y dura se ve eclipsada por el retrato cotidiano de la vida diaria de un ejército de reemplazo obligado a servir a su país a miles de kilómetros de distancia, y que a la vuelta fue repudiado por haberse limitado a cumplir órdenes so pena de encarcelamiento en caso de insumisión. El guionista se toma la molestia de utilizar la jerga específica empleada por la tropa y también de traducirla en un glosario anexo muy útil y didáctico al final de cada tebeo.

El trabajo de Golden bien podría calificarse como el mejor de toda su carrera. Los artefactos bélicos son dibujados con fidelidad extrema y las escenas de acción se revuelven con brillantez, destacando especialmente las viñetas “desencuadradas” que nos hacen partícipes de la desorientación sufrida por los novatos en pleno fragor del combate. Pero por encima de todo, el trabajo del artista destaca por su representación rayano en lo caricaturesco de los protagonistas de la historia, un recurso que cumple con creces su intención de humanizar a los personajes.

Su amplio repertorio de facciones y expresiones dotan de personalidad propia a los personajes, imprimiéndoles un carácter que consigue que el lector empatice con ellos de inmediato, haciéndonos participes de los pequeños triunfos y enormes desgracias de toda una generación absurdamente sacrificada en vano en medio de una jungla hostil muy alejada de su propio hogar.

Vietnam es un alegato pacifista que refleja fielmente en sus páginas el lado más crudo y humano del sinsentido de la guerra, de cualquier guerra, por muchas justificaciones que los de siempre quieran esgrimir.

Lluís Ferrer Ferrer ®

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